miércoles, 4 de abril de 2012

Mi espejo tu reflejo

Muchas personas se la pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que su pareja les hace o les hizo.
Lo que te voy a decir te va a sorprender, y si lo aceptas, puede cambiar radicalmente tu forma de relacionarte con tu pareja u otra persona.

¡Nadie te ha ofendido!Son tus expectativas de lo que esperabas de tu pareja las que te hieren. Y las expectativas tú las creas con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias.
Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal o cual forma y no lo hizo…Tu pareja no te ha hecho nada.  Eres tú quien te has ofendido por la diferencia entre lo que tú esperabas que ella hiciera contigo y lo que realmente hizo. Eso es lo que te hiere.
Nuevamente te digo, eso está en tu imaginación.
Y de la misma manera ocurre con cualquier otra persona.
Si tú esperabas que tus padres te dieran más amor, y no te lo dieron, no tienes por qué sentirte ofendido. Son tus expectativas de lo que un padre ideal debió hacer contigo, las que fueron violadas. Y tus ideas son las que te lastiman.
¿Enojado con Dios?
Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las que te lastiman. Dios jamás ofende y daña a nadie.
El  sentirte ofendido por lo que te hacen otros (en realidad nadie te hace nada) desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de esas “ofensas”.
Cuando nacemos, nacemos auténticos. Pero poco a poco vamos perdiendo nuestra verdadera naturaleza, sustituyéndola  artificialmente por conceptos que nuestros padres y la sociedad nos enseñan, creando así, un modelo, algunas veces falso de cómo deben ser las cosas en todos los aspectos de la vida y como debemos actuar frente a  los demás.
Una de las mayores fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer nuestro punto de vista o creencia sobre algo.
Cuando le dices a tu pareja lo que debe hacer y ella te dice “no”, se crean resentimientos por partida doble. Primero, te sientes ofendido porque ella o él no hizo lo que tú querías, y segundo, ella o él se ofende porque no le aceptaste como es.
Recuerda, el problema y su causa, siempre están en la forma o idea que yo tengo en mi mente sobre lo que me ocurre,  como diría la Programaciòn Neurolingüística del “Mapa Mental”:  EL MAPA NO ES EL TERRITORIO.
Por tu Paz Interior,

Bernardo Plata.
http://miparejamiespejo.com